Cristiano Ronaldo no tiene techo. El portugués sigue creciendo como futbolista y cada temporada que pasa está mejor. Por eso cuando termine este año lo más lógico es que reciba su tercer Balón de Oro.
A uno le da por pensar que es el futbolista perfecto, el que cualquier entrenador querría tener en su plantilla. Y no lo digo solo por su profesionalidad, que también. Lo digo por esas virtudes que encontramos en otros jugadores por separado, pero que en su caso están metidas dentro del mismo paquete. Más completo no puede ser.
Fuerte, potente y rápido
Cristiano tiene un físico privilegiado. Mide 1,85 metros de altura y ha trabajado todos y cada uno de los músculos de su cuerpo para que le ayuden cuando está en el campo. Por eso es tan rápido y potente, un quebradero de cabeza para cualquier defensa que se topa con él en carrera. Frenarle en esas condiciones sin hacerle falta es casi imposible.
También es muy difícil frenarle por arriba. Esa altura de la que acabo de hablar, sumada a una potencia de salto descomunal, hacen que CR7 haya marcado goles de cabeza impresionantes, como por ejemplo el que anotó en aquella final de la Copa del Rey ante el Barça en Mestalla.
Habilidoso y peligroso a balón parado
Con el balón en los pies no es torpe, desde luego. Lo pisa y lo conduce controlándolo en todo momento y engañando a sus rivales con regates poco comunes. A veces se pasa con las filigranas, pero al fin y al cabo el público agradece ver algo distinto, algo que solo podemos encontrar en jugadores como él o Neymar.
Le pega de maravilla con las dos piernas y sus lanzamientos de falta son temibles. Falla bastantes, es verdad, pero cuando el balón va a puerta el portero empieza a temblar. La parábola que describe la pelota suele ser impredecible. Le da con tanta fuerza que es difícil reaccionar a tiempo.
Insaciable
Por último, Cristiano Ronaldo aspira a ser el futbolista perfecto por su actitud. Es un ganador nato y siempre está motivado. Nunca le he visto cabizbajo en el campo, ni siquiera cuando fuera de él decía que estaba triste. Eso se contagia entre sus compañeros y la grada está tranquila porque sabe que lo va a dar todo siempre. Por eso nadie quiere que abandone el Real Madrid para fichar por el Manchester United.