Era un secreto a voces. La eliminación del PSG en la Champions League le dejó tocado y hundido. En París no gustó que el equipo volviera a caer en los octavos de final de una competición que persiguen con ansia, así que su continuidad era inviable.
El bueno de Unai Emery tendrá que seguir con su carrera profesional lejos de Francia, probablemente en España. Ha tenido una oportunidad de oro y no ha sabido aprovecharla, en parte porque no ha tenido el apoyo de una plantilla que se ha dividido por completo tras la llegada de Neymar.
Una oportunidad envenenada
Aunque ha cobrado más que nunca en toda su vida y ha dirigido a grandísimos futbolistas, estoy convencido de que el técnico vasco tiene ganas de poner punto y final a su etapa en el PSG. No han sido dos años fáciles por la presión que ha tenido que aguantar, ya que la prensa francesa le ha puesto en el punto de mira desde su primera temporada, en la que ni siquiera fue capaz de conquistar la Ligue 1 por culpa de un Mónaco repleto de estrellas.
Nervioso no debe estar porque trabajo no le va a faltar. Es uno de los mejores entrenadores de Europa y lo volverá a demostrar allá donde vaya. No hay que olvidar que fue capaz de conquistar tres Europa League de forma consecutiva, todo un logro que le llevó a dirigir a uno de los clubes más ricos del mundo.
Nos hemos reunido el presidente, el director deportivo, todos los jugadores y el cuerpo técnico para comunicar que hemos tomado la decisión de no continuar la próxima temporada. Hace unos días nos reunimos con el presidente y el director deportivo y adoptamos esta decisión. Fue una reunión cordial, amigable. Estoy contento de haber estado aquí.
El principal favorito para ocupar su puesto es Thomas Tuchel, quien próximamente pondrá punto y final a su año sabático para volver a los banquillos.