El pasado fin de semana se decidieron muchas ligas. La española, la portuguesa, la francesa… y también la rusa. El Zenit de San Petersburgo fue capaz de ganarla por cuarta vez desde que fue fundado (2007, 2010 y 2011-12), algo que ha conseguido gracias al trabajo de André Villas-Boas y sus jugadores, que han terminado con la hegemonía del CSKA de Moscú. Los de la capital la conquistaron en las dos temporadas anteriores.
Reyes de Rusia con antelación
Todavía quedan dos jornadas para que se acabe la competición doméstica, pero un empate en campo del Ufá fue suficiente para certificar el éxito. Sobre todo porque el Krasnodar tampoco pasó del empate encasa ante el Torpedo de Moscú, algo que les coloca en tercera posición con los mismos puntos que el CSKA de Moscú, que en estos momentos jugaría la fase previa de la Champions.
Hulk adelantó a los suyos con un golazo de falta que celebró por todo lo alto (lo puedes ver al final de este artículo). Fue en el minuto 32 y contó con la colaboración del portero, que no fue capaz de ver por dónde venía un misil que se coló ajustado al poste. El brasileño le pegó con todo.
El Ufá logró el empate a tres minutos para el final gracias a Haris Handzic. Fue un gol muy importante para ellos, ya que en estos momentos están en puestos de playoff de descenso, a un punto de la salvación y a tres del descenso directo.
El fracaso europeo queda olvidado
Así las cosas, Villas-Boas salva una mala temporada en lo que a competiciones europeas se refiere. No pasaron de la fase de grupos en la Champions y en la Europa League cayeron a manos del Sevilla.