Acabar cuarto en la liga española no es sinónimo de jugar la Champions League. Y sino que se lo pregunten al Villarreal, que no pudo con el Mónaco y tendrá que conformarse con la Europa League, una competición menor que según Fran Escribá también da prestigio y es bonita. Quien no se conforma es porque no quiere…
Sin goles no hay remontada
El ‘Submarino amarillo’ necesitaba un gran resultado para estar en la fase de grupos. El 1-2 de la ida fue un mazazo y pocos creían en la remontada. Pese a ello, salieron a por todas desde el primer minuto sin ser capaces de hacerse con el balón, puesto que el Mónaco no estaba dispuesto a encerrarse atrás sin más.
La falta de pólvora les condenó en el Luis II. A Alexandre Pato no se le vio demasiado el pelo y Santos Borré no estuvo acertado de cara a puerta. El colombiano tuvo un mano a mano en la primera parte que lo pudo cambiar todo, pero su disparo fue bastante pobre y el rechace tampoco acabó al fondo de las mallas.
A todo esto, el Mónaco no se conformaba con el empate y buscaba el gol cada vez que se acercaba a los dominios de Sergio Asenjo, que tuvo un susto en la primera parte con un disparo que se le escurrió. El único tanto del partido llegó cuando los castellonenses bajaron los brazos, en el minuto 90. El sueco Jonas Eriksson señaló penalti por manos de Mateo Musacchio y Fabinho se encargó de transformarlo enviando el balón a la escuadra derecha de la portería visitante.
Las causas de la eliminación
Esto es lo que pasa cuando inviertes poco dinero en fichajes (han ingresado 50.000 euros y han gastado 54.000), se te lesionan jugadores importantes (Roberto Soldado y Cédric Bakambu) y te cargas al entrenador poco antes de que empiece la temporada. Las cosas no podían empezar bien.