El favorito para meterse en los cuartos de final de la Champions League no demostró lo que tenía que demostrar en el Sánchez Pizjuán. Se fue del coliseo sevillista con un empate a cero que le otorga muchas posibilidades de seguir con vida en la competición, pero las cosas tendrán que cambiar bastante para que los ingleses alcancen su objetivo.
El Sevilla y el Manchester United firmaron un partido sin goles por culpa de José Mourinho y David de Gea. El primero llevó a cabo un planteamiento demasiado defensivo, mientras que el segundo se encargó de desbaratar las ocasiones más claras de los hombres dirigidos por Vincenzon Montella.
El Sevilla lo dio todo y mereció más
Los aficionados vibraron con un equipo que se dejó la piel desde el primer minuto hasta el último. Nadie puede poner en duda el sacrificio de unos chicos que sueñan con avanzar en la Champions, en una Champions que está plagada de equipos con presupuestos muy superiores.
Estuvieron a punto de adelantarse en varias ocasiones, pero la falta de acierto y la inspiración de De Gea impidieron que el marcador se moviera. Eso significa que han perdido una oportunidad, pero creo que viajarán a Old Trafford reforzados y sabedores de que pueden tumbar al todopoderoso Manchester United. Si estuvo a punto de lograrlo el Celta la temporada pasada, ¿por qué no iban a poder?
Shakhtar Donetsk 2-1 Roma
El Shakhtar Donetsk mereció ganar por una renta más amplia a una Roma que firmó una segunda parte más bien desastrosa. Los ucranianos, que perdían al descanso por culpa de un gol de Under, se vinieron arriba sabedores de que con una derrota lo tendrían muy complicado en el Olímpico de Roma. El argentino Ferreyra y el brasileño Fred le dieron la vuelta a la tortilla con dos grandes goles. Ferreyra pudo repetir en el tiempo de descuento, pero se topó con un Bruno Peres providencial, ya que logró despejar su remate a bocajarro cuando Alisson ya estaba superado. El portero de la canarinha, por cierto, hizo un partidazo.