La Copa de la Liga de Inglaterra ya tiene dueño. El primer gran título irá a parar a las vitrinas del Manchester United de José Mourinho, un equipo que va de menos a más para alegría de sus aficionados, que hoy han visto vencer a los suyos en una final que nos ha hecho disfrutar de lo lindo.
Un 2-0 nunca es suficiente
Los diablos rojos han sido capaces de llevar el partido a su terreno muy pronto. Zlatan Ibrahimovic ha abierto la lata en el minuto 19 con un lanzamiento de falta con el que ha logrado superar la barrera. Fraser Forster se ha estirado, pero no ha sido suficiente para evitar el tanto inaugural.
Los aficionados que se han acercado hasta Wembley han visto como los hombres de Mou ampliaban la ventaja 20 minutos después. Jesse Lingard, titularísimo en detrimento de Wayne Rooney, ha recibido libre de marca en la frontal del área y no ha tenido demasiados problemas para superar a un Forster que se ha ido al descanso con un cabreo monumental.
Gabbiadini está de dulce
Se ha ido enfadado a pesar de que sus compañeros han sido capaces de recortar distancias antes del paso por los vestuarios. Manolo Gabbiadini, ex del Nápoles, ha aprovechado un gran centro del joven James Ward-Prowse para dar esperanzas a los suyos, y ha vuelto a aparecer tras la reanudación para establecer el 2-2 con el que se ha llegado a los instantes finales.
Ibra siempre tiene la última palabra
Cuando la prórroga parecía inevitable, Ibrahimovic ha tirado de instinto asesino para cabecear un centro milimétrico de Ander Herrera, que se la ha puesto con toda la intención del mundo para que solo tuviera que poner la testa.
Ibra y Mourinho lo han celebrado por todo lo alto. El United está carburando a un bien nivel y quién sabe si no será el último título que levanten esta temporada (también ganaron la Community Shield en verano). La Premier League está casi imposible, pero la FA Cup y la Europa League son una posibilidad real.