Espero que en la capital de Italia alguien esté preparando un monumento para colocarlo en los aledaños del Olímpico de Roma. Francesco Totti es el símbolo del equipo más potente de la ciudad, un referente que no se ganó el apodo de «Il Capitano» por el simple hecho de llevar el brazalete. Es el alma y el mejor ejemplo de un club al que le gustaría ganar más títulos. De hecho, el último Scudetto lo ganaron en la temporada 2000-2001, y desde entonces ha llovido mucho.
Ya no se siente uno más
El ’10’ de la Roma siempre se ha sentido útil, pero tiene la sensación de que su protagonismo se está diluyendo en una temporada truncada por las lesiones. Solo ha disputado cinco partidos en la Serie A y los tres minutitos que le dio Luciano Spalletti ante el Real Madrid el pasado miércoles. Por eso no es de extrañar que le dijera a un periodista español que ya no pinta nada.
Un adiós irremediable
Todos los futbolistas tienen fecha de caducidad. La tuvieron Carles Puyol, Raúl, Xavi, Ryan Giggs… y hasta Iker Casillas tuvo que hacer las maletas para seguir jugando. Es ley de vida, y lo mejor que puede hacer un veterano es aceptar que ha llegado el momento de cambiar de aires.
¿Retirada o liga exótica?
Teniendo en cuenta que Totti ya tiene 39 años, tampoco sería descabellado pensar que anunciará la retirada en breve. Sin embargo, nunca ha insinuado que vaya a colgar las botas y ofertas no le van a faltar para seguir al pie del cañón. Eso sí, que nadie piense que volverá a jugar en Europa cuando se despida de la Roma. Su destino está en Estados Unidos, en Qatar o en China. De hecho, podría aprovechar que el mercado en Asia sigue abierto para fichar por algún club multimillonario de la Superliga. Sería lo mejor para él desde un punto de vista económico, pero también es verdad que en la MLS puede reencontrarse con viejos amigos.