Partido bastante malo el que se pudo ver anoche en el White Hart Lane. El Tottenham jugó a defender la renta que logró en Milán en el partido de ida de los octavos de final de la Champions League. Planteó un partido duro, sin alegrías y buscando el cero en la portería. La cosa no les pudo salir mejor, el partido terminó con el resultado de 0-0 y los londinenses hacen historia accediendo por primera vez a unos cuartos de final de la máxima competición europea a nivel de clubes.
El Milan demostró una vez más ser un equipo limitado. El líder de la Serie A (así está la liga italiana de nivel) no pudo marcar ni un solo gol en 180 minutos. Harry Redknapp apostó por un once inicial muy destructor, algo que le salió muy bien especialmente porque el brasileño Sandro estuvo espectacular en el centro del campo, cortando todos los balones que pasaban por allí y repartiendo juego con mucho criterio.
Visto lo visto sobre el terreno de juego, podemos decir que el resultado fue muy justo. El Milan vuelve a fracasar en Europa y el Tottenham tendrá una oportunidad de oro para seguir adelante en una competición cuya final se jugará este año prácticamente en su casa, en el legendario estadio de Wembley.