La Capital One Cup, la Copa de la Liga de Inglaterra si no respondemos a intereses comerciales, fue a caer a manos del Swansea City de Michael Laudrup tras una final en la que sucedió lo que estaba previsto. El Bradford City de la League Two (lo que sería la Tercera División en España) no pudo dar la campanada en Wembley y sucumbió por un contundente 5-0.
Demasiada diferencia entre uno y otro equipo
Laudrup no quiso sorpresas y sus jugadores salieron muy motivados. Había un título en juego y no era cuestión de confiarse demasiado. El Swansea liquidó a su rival en un abrir y cerrar de ojos, creando muchas ocasiones claras y llevando el partido a su terreno.
El primero lo anotó Nathan Dyer en el minuto 16 tras recoger el rechace de un disparo de Michu. El delantero asturiano fue el encargado de marcar el segundo a cinco minutos del descanso, esta vez con un disparo que se coló por debajo de las piernas de un defensor.
Dyer y De Guzmán discuten por lanzar un penalti
Tras la reanudación Dyer marcó el 3-0 que sentenciaba el partido. Luego llegó el 4-0 de Jonathan De Guzmán desde los 11 metros, aunque lo suyo le costó lanzar el penalti. Dyer le pidió el balón para completar su hat-trick y se vivieron momentos de tensión. Michu apareció como mediador y los ánimos se calmaron. De Guzmán pudo completar su doblete en el tiempo de descuento rematando un buen centro de Ángel Rangel.
Lo del Swansea tiene mucho mérito
Es curioso lo que han logrado los «swan» en los últimos años. Estaban en la cuarta división hace doce temporadas y ahora levantan un título tan importante como el de la Copa de la Liga de Inglaterra. Las cosas se están haciendo bien y es por eso que cada vez obtienen mejores resultados deportivos. Otra cosa es llegar a luchar por la Premier League ante equipos con tanto presupuesto como el Chelsea, el Manchester United o el Manchester City.