El Sevilla es indestructible en la Europa League. Los hombres de Unai Emery están cada vez más cerca de jugar su tercera final consecutiva. Anoche sufrieron de lo lindo para tumbar al Athletic de Bilbao, que logró igualar la eliminatoria y forzar una prórroga que acabó sin goles. Después, en la fatídica tanda de penaltis, los andaluces estuvieron muy finos y Beñat fue el único que vio como su disparo no acababa en gol.
Un Athletic muy valiente
Ya lo dijo Ernesto Valverde cuando cayeron por 1-2 en San Mamés. Avisó de que irían a por la eliminatoria en el Sánchez Pizjuán y no mintió. Los leones fueron más leones que nunca, pero se quedaron a un mordisco de comerse a un Sevilla que se desenvuelve muy bien en este tipo de competiciones a doble partido. Prueba de ello es que esta temporada ya tienen asegurada la final de la Copa del Rey.
Aritz Aduriz abrió la lata en el minuto 57 en una gran acción personal. Su disparo, eso sí, no fue demasiado colocado, pero contó con la colaboración de un David Soria que no estuvo nada fino.
El Sevilla reaccionó pronto y empató dos minutos más tarde por mediación de Kevin Gameiro, que remató a placer un gran centro de Grzegorz Krychowiak. Eso sí, medio gol fue de Vitolo, que inició un contraataque letal recurriendo al talento que atesora para marcharse de dos rivales.
El Athletic buscó el gol con el que forzar la prórroga y lo encontró a falta de diez minutos para el final, cuando Beñat conectó con un Raúl García que se elevó para conectar un remate de cabeza que sorprendió a Soria.
Beñat fue el único que no acertó en los penaltis
En la prórroga no pasó mucha cosa. Las ocasiones más claras fueron para Susaeta y Coke, pero el marcador no se movió y todo se resolvió desde los once metros. Allí solo falló Beñat, así que el Sevilla volverá a estar en unas semifinales de la Europa League que prometen ser apasionantes.