El Sevilla de Míchel volvió a sufrir una extraña transformación que le convirtió en una apisonadora durante 90 minutos, algo parecido a lo que se vivió en el último derbi sevillano. Se olvidó de sus últimos resultados en Liga y se centró en la Copa del Rey, una competición en la que tiene muchas esperanzas depositadas, entre otras cosas porque están en el «lado bueno» del cuadro al evitar un hipotético enfrentamiento con el Real Madrid o el Barça hasta la final.
Ante sí tenía a un Mallorca que sigue naufragando. Joaquín Caparrós podría ser destituido esta misma semana porque los resultados no acompañan y la dinámica no cambia. El resultado final fue de 0-5, así que nadie piensa en la remontada y el partido de vuelta será intrascendente a todas luces.
Negredo encarrila la goleada
Álvaro Negredo fue el primero en demostrar que el Sevilla no había viajado hasta Mallorca de vacaciones, más que nada porque no es la época idónea para disfrutar de la isla. Marcó dos goles en los minutos 13 y 18 y fue sustituido por José Antonio Reyes en el descanso para que no se cansara demasiado. Antes de eso Gary Medel y Botía ampliaron la diferencia y dejaron finiquitada la eliminatoria.
La segunda parte fue más aburrida y el Mallorca no fue capaz de inquietar a Andrés Palop. Es más, se llevó el quinto por culpa de Luna, que aprovechó un gran centro de Jesús Navas para batir a Dudu Aouate.