No hubo sorpresa alguna en el estadio Sanchez Pizjuan y se cumplieron todos los pronosticos. El equipo hispalense remonto la eliminatoria y sigue siendo el único equipo de Europa que opta a los tres títulos que están en juego.
Desde el inicio del encuentro se vieron claras las intenciones de unos y otros. Los sevillistas salieron enchufados, con la meta de Ricardo en el punto de mira. Ziganda confiaba en que el tanto de la ida fuera suficiente para viajar a Glasgow y atrincheró a nueve futbolistas por delante de Ricardo dejando solo a Webó. Poulsen, uno de los mejores futbolistas de nuestra Liga, de ésos que todo equipo quiere en sus filas, se bastaba para cortar de raíz cualquier atisbo de contra visitante, permitiendo que Adriano, Renato, Daniel Alves y Puerta llegaran como puñales a las inmediaciones del área rival.
Osasuna renunciaba al balón y buscaba sorprender con pelotazos largos a Webó y el Sevilla quería el balón, pero abusaba del toque y le faltaba la profundidad habitual.
Aún asi, el Sevilla estuvo apunto de inaugurar varias veces el mercador con oportunidades de Martí (11′), Luis Fabiano (13′ y 29′) y Adriano (25′).
Hasta que Poulsen lanzó un pelotazo que cayó en el área y Luis Fabiano, muy atento, lo convirtió en gol (36′) ante un Ricardo que no acertó a quitarle el balón. El gol cayó como un jarro de agua fría al equipo navarro que apenas reaccionó en busca de la portería de Palop. La eliminatoria se fue al descanso sin ningún dueño del pasaporte a Glasgow, totalmente igualada.
En la reanudación el guión del partido se mantuvo como en la primera parte y el Sevilla buscaba el segundo y Osasuna se defendía como podía. En apenas dos minutos Renato, con un trallazo desde treinta metros, y Kanouté, desde la frontal, habían avisado de que sus intenciones seguían siendo igual de perversas para los intereses rojillos. Pareció que esos dos avisos despertaron al Osasuna que estuvo a punto de marcar en una oportunidad de Webó en el minuto 52. Pero en la jugada siguiente llegó el segundo del Sevilla. Un rápido contragolpe de Dani Alves, mucho más entonado en esta segunda mitad, que culminó perfectamente Renato, enviando el esférico dentro de la portería de Ricardo.
El Sevilla había recuperado su rapidez habitual. Y Osasuna se fue hacia arriba, por lo que las acciones se sucedían en una y otra área, pero faltó puntería y estuvieron acertados tanto Palop como Ricardo.
El estadio de Nervion enloqueció tras el pitido de Graham Poll. El Sevilla havia conseguido remontar la eliminatoria y colarse por segunda vez consecutiva en la final de la UEFA. Ahora al actual campeón de la competición le tocará defender su reinado contra otro equipo español, el Espanyol.