La mala racha de resultados que atraviesa el Schalke 04 ha hecho que el vestuario sea un polvorín. Desde que sorprendieron al Real Madrid ganando en el Santiago Bernabéu, los hombres dirigidos por Roberto Di Matteo solo han sido capaces de ganar uno de los ocho partidos que han disputado desde mediados de abril hasta ayer.
Dos despidos y una suspensión
La última derrota ha escocido mucho. El Colonia, que no se jugaba demasiado, fue capaz de llevarse los tres puntos con facilidad gracias a los goles de Marcel Risse y Yannick Gerhardt. Eso, sumado a una serie de episodios de indisciplina que el club no ha querido desvelar, ha terminado con el despido de Kevin-Prince Boateng y Sidney Sam, que ya pueden buscarse la vida en otra parte pese a que les quedaba uno y tres años de contrato, respectivamente.
El comunicado oficial emitido por el Schlke 04 no da demasiados detalles sobre lo ocurrido:
Después de la derrota ocurrida el pasado domingo, y a instancias del director deportivo Heldt, se han tomado las siguientes decisiones: Kevin-Prince Boateng y Sidney Sam han sido suspendidos con efecto inmediato. Marco Höger ha sido suspendido hasta el 16 de mayo. Las medidas son aplicables tanto a los entrenamientos como a los partidos.
Marco Höger también se ha visto salpicado, pero ha corrido mejor suerte y podrá reincorporarse a los entrenamientos a partir del próximo fin de semana. En Gelsenkirtchen esperan retomar la normalidad cuanto antes, ya que a falta de dos jornadas para que termine la liga todavía no se han asegurado una de las dos plazas que te dan derecho a jugar la Europa League. Están a un punto del quinto, el Augsburgo, y por detrás aprietan el Borussia Dortmund y el Werder Bremen con dos puntos menos.
Una bomba de relojería para cualquier vestuario
El fichaje de Boateng, que es el mejor pagado de su equipo y uno de los que más cobra en la Bundesliga, ha resultado ser un fracaso. En agosto de 2013 pagaron 12 millones de euros por hacerse con sus servicios y su rendimiento ha sido muy pobre, especialmente esta temporada. Durante el pasado curso jugó 35 partidos y anotó 7 goles, mientras que en el actual ha jugado 25 y no ha sido capaz de marcar ni un solo gol. Normal que estén hartos del que se supone que es su jugador franquicia.
No es la primera vez que Boateng la lía. Ya fue expulsado de la concentración de la selección ghanesa durante el pasado Mundial de Brasil. Es un tipo conflictivo que en mi opinión siempre ha vivido sobrevalorado. Ahora dicen que podría fichar por el Galatasaray o cruzar el charco para jugar el algún equipo de la Major League Soccer estadounidense.