Con dos cabezazos y con algo más. El PSG estará en los cuartos de final de la Champions League después de empatar a dos en Stamford Bridge ante el Chelsea. Los londinenses no pudieron clasificarse pese a jugar con un hombre más desde el minuto 30, ya que Zlatan Ibrahimovic fue expulsado por el holandés Björn Kuipers.
Poca acción durante muchos minutos
Todo estaba a favor del equipo de José Mourinho. El 0-0 les valía tras el 1-1 de la ida, y eso les permitió controlar el partido sin pasar apuros. Eso sí, las ocasiones de gol se podían contar con los dedos de una mano, sobre todo en una primera parte que fue insípida como pocas.
En la segunda mitad el PSG hizo algo más por inquietar a Thibaut Courtois, aunque con un jugador menos sobre el césped todo era más complicado.
Cahill adelantó al Chelsea
Las cosas se complicaron todavía más cuando Gary Cahill marcó el primer gol de la noche. Lo anotó a la salida de un córner aprovechando un balón que quedó muerto en el área. Fusiló a Sirigu y los aficionados ‘blues’ lo celebraron por todo lo alto pensando que la clasificación estaba en el bolsillo.
David Luiz forzó la prórroga
Eso pasó en el minuto 81, así que los parisinos tenían poco margen de maniobra. Se fueron a por el tanto del empate con toda la artillería y lo encontraron en el minuto 86 a la salida de un córner. David Luiz cabeceó a las mil maravillas un centro de Ezequiel Lavezzi. Igualó la contienda ante su exequipo y se llegó a la prórroga, donde el Chelsea seguía siendo favorito por jugar con un hombre más.
Hazard no falló desde los once metros
También jugaban con más oxígeno en los pulmones, ya que el PSG estaba muy tocado y quería llegar a los penaltis. Todo hasta que Eden Hazard hizo el 2-1 desde el punto de penalti en el minuto 96 después de que Thiago Silva tocara el balón con las manos de una forma bastante inocente. El belga no falló y engañó a Sirigu con una tranquilidad pasmosa.
Thiago Silva clasificó al PSG
Las gradas celebraban lo que parecía ser una clasificación muy sufrida, pero el PSG no había dicho su última palabra. A la salida de otro córner Thiago Silva enmendó el error del penalti con un cabezazo soberbio, de los que se recuerdan durante tanto tiempo como el gol de Andrés Iniesta en este mismo escenario hace unos años. El central brasileño batió a Courtois rematando desde muy lejos, elevándose por encima de John Terry para hacerse tan grande como la Torre Eiffel.
En la rueda de prensa posterior al partido, Mourinho no pudo echarle la culpa al árbitro como siempre hace cuando eliminan a su equipo en la Champions. Esta vez optó por culpar a los jugadores por encajar dos goles en dos córners.