Unai Emery las pasó canutas en el banquillo visitante del Natsionalen Stadion Vasil Levski de Sofía. El PSG sufrió más de lo previsto para llevarse los tres puntos ante un combativo Ludogorets que llegó a mandar en el marcador, pero que acabó diluyéndose después de desperdiciar un penalti en la segunda parte.
Un par de sustos antes de irse a la ducha
Natanael encendió todas las alarmas con un gran lanzamiento de falta que terminó en gol gracias a un hueco que se formó en la barrera. Eso pasó en el minuto 16 y los parisinos no reaccionaron hasta el 41, cuando Blaise Matuidi aprovechó un gran pase filtrado dentro del área para batir a Stoyanov.
Tras la reanudación emergió la figura de Edinson Cavani. El delantero centro uruguayo anotó el 1-2 en el minuto 56 tras una falta lateral que desvió lo justo con la cabeza. Luego llegó el penalti que desperdició Cosmin Moti. El central rumano vio como Alphonse Aréola despejaba su disparo lanzándose como un gato hacia el poste derecho.
Después del susto, los de Emery sentenciaron el choque con otro gol de Cavani, esta vez a pase de Lucas Moura. El charrúa definió como los ángeles y no hubo más partido. Los tres puntos volaron hacia París para que el PSG escale hasta la segunda posición de su grupo con los mismos puntos que el Arsenal.
Walcott golpea dos veces
Theo Walcott está en un gran momento de forma y Arsène Wenger lo está aprovechando para disparar a su Arsenal. El futbolista inglés fue el autor de los dos goles que tumbaron a un Basilea que en ningún momento dio la sensación de estar capacitado para llevarse algo positivo del Emirates Stadium.
El primero de la noche llegó en el minuto 7, mientras que el segundo subió al electrónico en el 26. En ambos casos la asistencia fue de Alexis Sánchez, que cuando no marca aparece para poner los goles en bandeja.