Sin Cristiano Ronaldo y sin Leo Messi un partido de fútbol no es tan divertido. Sin embargo, todos respetamos los 90 minutos reglamentarios que tienen los dos equipos para buscar la victoria. Todos menos el presidente de Mauritania, que el pasado fin de semana decidió dar por finalizado antes de lo normal el duelo de la Supercopa que enfrentó al FC Tevragh-Zeina y al ACS Ksar de dicho país.
Le gustan más los partidos de la Premier League
Se estaba aburriendo más que una ostra y no quiso esperar al pitido final del árbitro. Decidió que ya había suficiente cuando tan solo habían transcurrido 63 minutos y el resultado era de 1-1. No estaba siendo el típico 0-0 en el que ninguno de los dos equipos dispara a puerta, así que su decisión pilló por sorpresa a todo el mundo.
A pesar de los pesares, el árbitro no quiso entrar en polémica e hizo caso al dictador presidente mauritano, que pudo irse a casa antes de tiempo tras la tanda de penaltis que se adjudicaron los futbolistas del FC Tevragh-Zeina.
República Bananera de Mauritania
Aunque el escándalo es mayúsculo, nadie ha querido manifestar su desacuerdo con Mohamed Ould Abdel Aziz públicamente. Ni siquiera Ahmed Ould Abderrahmane, presidente de la Federación de Fútbol de Mauritania, que lo único que ha hecho ha sido dar otra versión de lo sucedido para echar balones fuera y exculpar al mandamás:
Niego con la mayor de las firmezas que el presidente de la república interviniera. La decisión se tomó en base a cuestiones de organización con el visto bueno de los presidentes y los entrenadores de los dos equipos.
Veremos si Mariano Rajoy no da por finalizado antes de tiempo el próximo Clásico en el Santiago Bernabéu… Si es que todavía es presidente, claro.