El Oporto jugará el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League con algo de ventaja. Le valdrá el 0-0 con el que empezará el duelo que se disputará dentro de 15 días, pero tendrá que tener mucho cuidado con el Basilea, que era la cenicienta del sorteo de octavos y anoche estuvo a punto de ganar dejando su portería a cero.
Derlis González hizo de las suyas
Al final empate a uno, y eso que los suizos pusieron toda la carne en el asador durante los primeros minutos. Tanto es así que se adelantaron por mediación de Derlis González, un interesantísimo futbolista de 20 años que me impresionó cuando visitó el Santiago Bernabéu en la fase de grupos.
El gol llegó en el minuto once tras un gran pase de Fabian Frei que supo cazar a las mil maravillas. Controló y se plantó ante Fabiano con poco margen para disparar, pero pudo tocar el balón lo justo para subir el primer tanto al marcador con algo de suspense. Lo malo es que en esa acción se lesionó al recibir un duro golpe en la cabeza.
Pasaban los minutos y el Oporto se desesperaba porque no era capaz de crear ocasiones de gol claras. Julen Lopetegui no lo veía nada claro desde la banda y encima se quedó sin Óliver Torres en el minuto 22 del segundo tiempo. El joven jugador del Atlético de Madrid se hizo daño en el hombro y tuvo que abandonar el césped.
Danilo empató desde los once metros
Poco después llegó el premio que estaban buscando. Fue gracias a unas manos de Samuel que el inglés Matt Clattenburg interpretó como voluntarias. Señaló el punto de penalti y Danilo no falló. El lateral derecho brasileño, que tanto ha sonado para reforzar el Barça la temporada que viene, superó al checo Tomás Vaclík con un disparo potente que les da ventaja para la vuelta.