Pocos pensaban que anoche se iba a ver una goleada en San Siro. El Milan y el Arsenal se medían en la ida de los octavos de final de la Champions League y todo el mundo esperaba un resultado ajustado. Sin embargo, los de Arsene Wenger se mostraron muy débiles en defensa y eso lo supieron aprovechar los de Massimiliano Allegri. El resultado final fue de 4-0, un saco de goles con el que los londinenses deberán afrontar el partido de vuelta en el Emirates Stadium.
En la primera parte los italianos ya se adelantaron en el marcador. Primero fue Kevin-Prince Boateng quien abrió la cuenta con un espectacular disparo que se coló por la escuadra tras tocar el larguero. Antes del descanso Robinho se sumó a la fiesta al rematar de cabeza un gran centro de Zlatan Ibrahimovic.
El jugador brasileño volvió a ser protagonista en el tercer gol al poco tiempo de empezar la segunda parte. Resolvió muy bien una jugada que vino precedida por un resbalón del belga Vermaelen. La puntilla la puso Ibrahimovic en el minuto 78 marcando un gol de penalti.
En el otro partido disputado ayer el Zenit de San Petersburgo ganó por 3-2 al Benfica tras remontar un marcador en contra.