El Barça se impuso al Inter de Milán en la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions League en un partido muy duro, sobre todo porque se les puso cuesta arriba en el minuto 2.
Lautaro Martínez aprovechó un error defensivo para hacerse fuerte ante la llegada de Clément Lenglet y la cruzó para que Marc-André ter Stegen no pudiera hacer nada. Era el 0-1 y volvían las dudas al Camp Nou.
La conexión Messi y Suárez nunca falla
Por suerte el Barça ayer tenía a Leo Messi. A Leo y a Luis Suárez, que cuajón un excelente partido marcando dos golazos en la segunda parte. El que no apareció, como suele ser habitual, es el sobrevalorado Antoine Griezmann.
El uruguayo empató la contienda en el minuto 58. Empalmó el balón a las mil maravillas y su disparo se coló como un obús sin que Samir Handanovic pudiera hacer nada para detenerlo.
El segundo y definitivo subió al marcador a 6 minutos del final gracias a una excelente jugada de Messi, que vio a Suárez y se la puso en la frontal del área. El ex del Liverpool controló como solo él sabe y definió con mucha clase, midiendo los tiempos para no fallar.
Tres puntos de oro
Esta victoria es muy importante porque el grupo es especialmente duro. Una derrota en casa ante el Inter habría puesto las cosas bastante mal, así que Ernesto Valverde y los suyos podrán respirar y centrarse en LaLiga durante unas semanas, ya que los dos próximos compromisos, ante el Slavia de Praga, son a priori lo suficientemente asequibles como para que se obtengan los seis puntos sin recurrir a todos los titularísimos.