Se acabó lo que se daba y no fue bonito mientras duró. David Moyes ha dejado de ser entrenador del Manchester United, una noticia que desde luego no me sorprende. Ahora mismo ocupan la séptima posición con 57 puntos, 23 menos que el líder, el Liverpool. Eso significa que no van a revalidar el título de campeones de la Premier League y ni siquiera van a jugar la Champions League la temporada que viene.
La paciencia tiene un límite
Los dirigentes del club inglés se han cansado de los malos resultados. La eliminación en Champions a manos del Bayern de Múnich fue un golpe duro, aunque previsible, pero la derrota de este pasado fin de semana en campo del Everton (2-0) ha terminado con la paciencia de los que todavía confiaban en el sustituto de Sir Alex Ferguson.
No hay que olvidar que en el mes de marzo (e incluso antes) ya pedían su dimisión. Fue entonces cuando un grupo de aficionados alquiló un avión que sobrevoló Old Trafford luciendo una pancarta que dejaba muy clara la opinión que tenían sobre Moyes: «El equivocado – fuera Moyes«.
Llegó en julio y firmó un suculento contrato de seis temporadas, pero no ha sido capaz de aguantar ni una sola. Los malos resultados le dejan en el paro. Dejar el Everton para fichar por el United fue una buena decisión en su día, pero su caché no ha ido en aumento por ello, sino más bien todo lo contrario. Difícilmente le veremos entrenar a otro gran equipo después de lo que le ha sucedido desde que firmó en julio de 2013.
Giggs, el entrenador interino que ocupará su sitio
Los directivos del United han apostado por una solución de tipo parche. Ryan Giggs, que todavía está en activo, será el encargado de entrenar al equipo hasta que termine la temporada.