El Manchester United, sin hacer nada del otro mundo, logró su tercera victoria en tres partidos en el Grupo B de la actual Liga de Campeones. Los de Sir Alex Ferguson tuvieron paciencia y consiguieron llevarse el gato al agua gracias a un gol del ecuatoriano Antonio Valencia a falta de 4 minutos para el final. El CSKA de Moscú se quedó helado y no tuvo tiempo para reaccionar.
Juande Ramos tenía mucha fe en este partido. Una victoria les colocaba con 6 puntos, los mismos que hubiera tenido el Manchester si hubiera perdido. Sin embargo, la lógica acabó imponiéndose y los puntos volaron hacia Inglaterra. Nani centró, Berbatov la peinó y Valencia la puso con la pierna derecha al fondo de las mallas. Así es la Champions, una competición hecha para los grandes.
En el otro partido del grupo, el Wolfsburgo no fue capaz de ganar al Besiktas en casa. El actual campeón de Alemania acusó la falta de puntería de Grafite y Dzeko, sus dos grandes goleadores. Los turcos no inquietaron demasiado pero se llevaron un punto que todavía les da opciones de luchar por el segundo puesto.