El Manchester City lo tiene cerca. Dependía de sí mismo pero le tocaba visitar Old Trafford para medirse a un Manchester United que se está jugando su presencia en la próxima edición de la Champions League. Jugar el derbi es complicado, pero los de Pep Guardiola le tienen tomada la medida a los de Ole Gunnar Solkjaer. Los ‘citizens’ ganaron por 0-2 (goles de Bernardo Silva y Leroy Sané) y continúan siendo líderes de la Premier League con un punto de ventaja sobre el Liverpool, que como es lógico no tirará la toalla hasta el final.
Calendarios sencillos
Ninguno de los dos equipos puede decir que tiene ante sí un calendario horroroso. Faltan tres jornadas y se enfrentarán a rivales relativamente asequibles. El Manchester City visitará el campo del Burnley, recibirá al Leicester City en el Etihad Stadium (cuidado porque cayeron ante ellos en el partido de ida) y terminarán la temporada en campo del Brighton & Hove, que podría estar jugándose la permanencia.
El Liverpool primero recibe al Huddersfield Town, que es colista y ya está descendido. Después viaja al campo del Newcastle, que ya está salvado, y por último recibe al Wolverhampton, que es un muy buen equipo que podría poner en aprietos a los de Jürgen Klopp.
La Champions puede pesar
Hay otro factor que también juega a favor de los de Guardiola, y no es otro que el hecho de que el Liverpool esté en las semifinales de la Champions League. Se enfrentarán al Barça en el Camp Nou después de jugar ante el Huddersfield en Anfield y afrontarán el partido de vuelta pocos días después de jugar ante el Newcastle en St James’ Park. Lo más probable es que Klopp administre los minutos de sus mejores jugadores para que estén en las mejores condiciones posibles. Ganar la Champions depende de ellos, pero ganar la Premier no. Por eso creo que priorizará la Champions. Por eso y porque el Barça es mucho mejor rival que los tres a los que debe enfrentarse en la competición doméstica.