El Apoel Nicosia resistió muchos minutos con la portería a cero en el partido de ida de los cuartos de final de la Champions League. Sin embargo, finalmente sucumbió por 0-3 ante un Real Madrid muy superior que siempre tuvo la iniciativa en el juego.
José Mourinho apostó por un once titular muy ofensivo, con Gonzalo Higuaín y Karim Benzema en ataque. Además, sorprendió la titularidad de Nuri Sahin en sustitución de Xabi Alonso, quien se perdió el partido por acumulación de tarjetas. El turco cumplió con buena nota sin complicarse la vida y demostró estar falto de ritmo y confianza.
La primera mitad fue soporífera. Los chipriotas se echaron atrás y los blancos buscaron el gol con mucha paciencia. Les costaba crear ocasiones de gol claras, pero estaba claro que tarde o temprano se tenía que disolver el empate. Benzema tuvo una muy clara a la media hora de juego, pero su remate se fue a las nubes cuando lo tenía todo para marcar.
Tras la reanudación las cosas no cambiaron. Por eso Mourinho decidió mover ficha en el minuto 63. Los dos brasileños revolucionaron el partido haciendo de las suyas desde la banda izquierda. Kaká puso la asistencia del primer gol en la cabeza de Benzema, quien remató en plancha para superar a Chiotis. Era el minuto 74 y por fin se había roto el cerrojo local.
El guión del partido no cambió, pero el cansancio físico empezó a hacer mella en los jugadores del Apoel. Por ello Marcelo encontró petróleo en una jugada individual de muchos quilates en el minuto 81. Se fue por la banda izquierda con mucha calidad y puso el balón atrás para que Kaká rematara a gol con tranquilidad.
Benzema sentenció la eliminatoria en el último minuto gracias a un gran pase de Mesut Özil. El mediapunta alemán tocó el balón con su exterior para que el delantero francés solo tuviera que empujarlo a gol. Era el 0-3 con el que el Madrid podrá afrontar el partido de vuelta con muchísima tranquilidad. Su próximo rival será el Bayern de Múnich o el Olympique de Marsella.