¿Estamos ante el Clásico más aburrido de todos los tiempos? Eso nunca se sabe, pero lo que es evidente es que ninguno de los dos equipos irá a muerte. O tal vez sí, ya que al Barça no le quedan más que cuatro partidos de LaLiga y no tiene por qué reservar a sus estrellas, todo lo contrario que se puede decir del Real Madrid, que el 26 de mayo disputará la final de la Champions League ante el Liverpool en Kiev.
El vestuario blanco es un mar de dudas
Zinedine Zidane ha hablado con los pesos pesados de la plantilla para saber qué opinan sobre el Clásico. Quiere tener la certeza de que Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos y compañía están dispuestos a quedarse en el banquillo o en la grada para recuperarse del esfuerzo del pasado martes, ya que el duelo ante el Bayern de Múnich fue muy exigente a nivel físico y psicológico.
Ernesto Valverde sacará a toda la artillería y el Barça quiere golear al eterno rival para terminar la temporada de la mejor forma posible. Zidane, por su parte, podría dar minutos a jugadores poco habituales como Dani Ceballos, Theo Hernández, Marcos Llorente o Jesús Vallejo, e incluso se habla de que Keylor Navas podría descansar para dejar su puesto a Kiko Casilla.
El único galáctico que tendría asegurada su presencia en el once inicial sería Gareth Bale, que no está entrando en los planes del técnico francés y tiene que reivindicarse ante rivales de menor entidad. El Barça no lo es, pero puede sentirse como una estrella rodeada de canteranos en una noche que puede ser para olvidar si los Messi, Suárez y compañía están entonados.