El Real Madrid no tuvo problemas para derrotar a un equipo que estaba considerado como su bestia negra en Europa. El Olympique de Lyon salió goleado del Santiago Bernabéu por 4-0. Los hombres de José Mourinho jugaron un gran partido y demostraron su superioridad con goles. Benzema y Di María fueron titulares, Higuaín y Kaká vieron el partido desde el banquillo y disfrutaron de minutos en la segunda mitad.
Las cosas salieron a pedir de boca. Xabi Alonso dio un recital en el centro del campo, Marcelo fue muy peligroso con sus internadas por la banda izquierda, Khedira se reivindicó como uno de los mejores centrocampistas defensivos de Europa y Benzema volvió a marcar para que el dilema del delantero centro siga en boca de todos.
El primero de la noche lo anotó el francés en el minuto 19 al rematar a puerta un balón que había tocado Cristiano Ronaldo con la cabeza. Así se llegó al descanso, lo mejor estaba por llegar.
La segunda parte se inició con un gran gol de Khedira a pase de Benzema. El alemán no se puso nervioso y definió muy bien ante Lloris. Tan solo 8 minutos más tarde llegó el tercero, obra del propio Lloris. Trató de despejar un centro de Özil con tan mala suerte que desvió el balón hacia su portería. La guinda al pastel la puso Sergio Ramos en a 10 minutos para el final tras rematar con su pierna izquierda un córner por el que había peleado primero de cabeza.
En el otro partido del grupo el Ajax venció por 0-2 al Dinamo de Zagreb
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