El Real Madrid ya ha adoptado una postura sobre el caso James. El colombiano no saldrá en el mercado de invierno a menos que llegue un club con los 500 millones de euros que figuran en su cláusula de rescisión, algo que a día de hoy es impensable.
Florentino Pérez, que ya sabe que no podrá fichar en enero pero sí podrá hacerlo el próximo verano, quiere que el ex del Mónaco continúe a las órdenes de un Zinedine Zidane que apenas le está dando minutos. La temporada es muy larga y nunca se sabe lo que puede pasar con las lesiones y las sanciones, así que quieren que siga en plantilla.
Irritados por sus palabras
En el club no han sentado nada bien sus últimas declaraciones, las que escuchamos después de que se proclamaran campeones del mundo. Consideran que no era el momento más apropiado porque empañaban la fiesta, y por otra parte no entienden por qué ha cambiado de opinión.
Acordaron su salida en verano
Es verdad que no juega y eso le perjudica, pero en una reunión en la que también estuvo su representante, el portugués Jorge Mendes, llegaron a un acuerdo para que el traspaso se produjera en verano, no en invierno. Por eso se sienten engañados y no están dispuestos a facilitar su salida por muy buena que sea la oferta que reciban.
Cada año menos importante
En lo que va de campaña, James ha jugado 4 partidos de LaLiga como titular, 3 en la Champions League y 2 en la Copa del Rey. Sus minutos no se parecerán en nada a los de su primer año a las órdenes de Carlo Ancelotti. De hecho, la temporada pasada ya jugó bastante menos con Rafa Benítez y Zinedine Zidane en el banquillo.