El Real Madrid volvió a quedar eliminado de la Champions League en octavos de final, y ya van seis años consecutivos. El conjunto blanco ya no es el que era en Europa y hoy se ha podido volver a ver, con todos los galácticos en el campo a excepción de Marcelo y Xabi Alonso. El empate a uno cosechado en el Santiago Bernabéu ante el Olympique de Lyon no ha servido de nada, pues como ya sabéis en la ida perdieron por 1-0.
El estadio presentó un lleno espectacular. Parecía que era el ambiente de Champions League ideal. Sin embargo, el tempranero gol de Cristiano Ronaldo a pase de Guti, en el minuto 6, no hizo sino enfriar el ánimo de un público que lo veía ganado, igual que los jugadores. Las ocasiones se iban sucediendo en la primera parte y parecía que el Madrid ganaría cómodamente y pasaría a cuartos de final casi sin despeinarse. Gonzalo Higuaín desperdició la más clara a portería vacía disparando al poste, y posteriormente tuvo otra a bocajarro que Lloris desvió a córner. Así las cosas, los franceses salieron vivos y la segunda mitad fue totalmente distinta.
Sorprendió la apatía de los blancos en el segundo tiempo. Dejaron pasar el tiempo como si el partido estuviera controladísimo y el segundo tanto fuera a llegar como por arte de magia. Las ocasiones claras no llegaban y tan sólo se producían tímidas aproximaciones. Cristiano Ronaldo ya no creaba tanto peligro y el resto del equipo parecía estar muy cansado, como acusando todo el empeño puesto en una primera mitad que sí fue realmente digna.
Entonces fue cuando apareció Pjanic, el hombre encargado de hacer olvidar a Juninho Pernambucano. Logró combinar a la perfección con Lisandro y fusiló a Iker Casillas. Tan sólo quedaba un cuarto de hora y el Madrid necesitaba dos goles más para seguir vivo. Los ánimos estaban por los suelos, el Bernabéu helado ante una nueva decepción que se venía. Pellegrini dio entrada a Raúl por Kaká y este se marchó renegando. También entró Mahamadou Diarra pero las cosas no cambiaron, el fracaso volvía a asomarse por un estadio que este año vivirá la final de la Champions League en primera personas, aunque sin el equipo de casa sobre el césped. El proyecto de Florentino Pérez se desmorona en menos de un año y ahora ya sólo queda la Liga.