El Real Madrid consiguió su objetivo: colocarse a 4 puntos del FC Barcelona antes del clásico. A pesar de las bajas de Pepe, Robben y Sneijder, los hombres de Juande Ramos hicieron un partido muy serio y no se vinieron abajo pese a empezar perdiendo. Un excepcional Raúl, con 3 goles, fue el gran capitán que guió a su equipo hacia la victoria en el Ramón Sánchez Pizjuán.
El Sevilla no imaginaba que le iban a caer 4 goles como le sucedió el miércoles pasado en el Camp Nou. El Real Madrid no es un equipo que asusta pero la verdad es que sus números dan miedo. Renato adelantó a los locales de cabeza pero todo sería un espejismo. Al filo del descanso, Raúl puso el 1-1 al aprovechar un buen centro de Metzelder. El alemán realizó un muy buen partido.
La segunda parte fue un recital blanco. Guti, Gago y Lass empezaron a tocar y las ocasiones fueron llegando. Higuaín no estuvo fino pero el día lo tuvo otro hombre, Raúl González Blanco. El capitán volvió a aparecer para aprovechar un centro de Miguel Torres. Corría el minuto 62 y el partido se ponía de cara para los perseguidores del Barça. Además, 4 minutos después Raúl volvió a demostrar que es un jugador de área para marcar el 1-3. Higuaín centró, Palop no pudo blocar el balón en primera instancia y Raúl pasó por allí para empujar el balón con la puntera. Un gol de picardía y ambición.
A partir de ahí Juande Ramos empezó a hacer cambios pensando en el clásico y las cosas se torcieron. Diego Capel aprovechó un error de Sergio Ramos para recortar distancias a falta de 10 minutos. A partir de ahí empezó el asedio sevillista. El empate no llegaba y cada vez había más espacios para el Madrid. En una contra en el tiempo de descuento, Marcelo se quedó solo frente a Palop y definió con mucha tranquilidad. Era el 2-4 definitivo.