El aficionado del Real Madrid tiene motivos para estar preocupado. La temporada pasada casi todo era de color de rosa, pero este año las están pasando canutas. El equipo ocupa la cuarta posición en el campeonato liguero a 16 puntos del Barça y en la Copa del Rey ha superado dos eliminatorias de una forma muy discreta ante equipos de inferior categoría.
Anoche fue el Numancia el que se permitió el lujo de abandonar el Santiago Bernabéu sin perder. Zinedine Zidane volvió a activar el plan B y la respuesta no fue la esperada. Empataron a dos para cabreo del personal.
Hacen falta más Lucas Vázquez
Lucas Vázquez hizo los dos goles del conjunto blanco y da la sensación de que es de los pocos que continúa tan enchufado como siempre. El gallego se deja la piel en todos los partidos y no le importa el rival. Zidane debería darle más minutos para que algunos titulares indiscutibles espabilaran.
¿Falta competitividad dentro de la plantilla?
Lo de espabilar creo que es muy importante. La temporada pasada había mucha competencia en la plantilla. Jugadores contrastados como Pepe, Morata y James Rodríguez amenanzaban la titularidad de los presuntamente intocables. Lo bordaban cada vez que tenían la oportunidad de saltar al césped y eso hacía que el Madrid fuera un equipo muy poderoso.
Esos tres que he mencionado anteriormente ya no están, y como bien dijo Cristiano Ronaldo se les echa en falta. Con todos mis respetos, Borja Mayoral no mete el mismo miedo a Karim Benzema, lo mismo que se puede decir de Dani Ceballos con Toni Kroos y Luka Modric, o de Jesús Vallejo con Sergio Ramos y Raphael Varane. Da la sensación de que el listón ha bajado, de que el fondo de armario no es tan consistente.
Otra Champions para olvidar las penas
A pesar de los pesares, al Madrid siempre le quedará la Champions. Es una competición que en numerosas ocasiones ha salvado temporadas desastrosas en LaLiga. Tienen un idilio que no parece acabar y estoy convencido de que los jugadores se ven ganándola por tercer año consecutivo.