Jugando bien, jugando mal, jugando regular… Al Real Madrid le da igual cómo. Lo importante es ganar y eso es lo que está haciendo esta temporada. Acumula cuatro victorias en cuatro partidos de LaLiga y es líder en solitario con tres puntos más que el Barça y Las Palmas, que son sus más inmediatos competidores.
Ayer bajaron al barro en Cornellà-El Prat y no notaron en exceso las bajas de Gareth Bale y Cristiano Ronaldo, si bien es cierto que su fútbol no brilló como en otras ocasiones.
Latigazo de James
El primero de la noche no llegó hasta el tiempo de descuento de la primera mitad. James Rodríguez, que tuvo la oportunidad de ser titular por delante de Isco, se marchó de Diop con un caño que le salió mezclando suerte y calidad. Acto seguido, con el camino despejado, no se lo pensó demasiado y soltó un zurdazo que sorprendió a un Diego López que se reencontraba con muchos excompañeros.
El balón entró pegado al poste y James lo celebró por todo lo alto. Llevaba mucho tiempo sin marcar en un partido oficial y tenía ganas de demostrarle a Zidane lo importante que puede llegar a ser en un equipo plagado de galácticos.
Benzema se reencontró con el gol
Los minutos pasaban y el Espanyol no hacía demasiado daño. El Madrid, que tampoco estaba para tirar cohetes, se limitaba a esperar otro chispazo como el que se produjo en el minuto 71. Dani Carvajal abrió a banda para Lucas Vázquez y el canterano blanco no se lo pensó a la hora de poner un centro raso y preciso que fue a parar a las botas de Karim Benzema. El francés, que lo había intentado con dos buenos remates en la segunda mitad, obtuvo el premio que buscaba y se estrenó en LaLiga.
Igualaron el récord del Barça de Guardiola
Así las cosas, el Madrid logró su decimosexta victoria consecutiva en el campeonato doméstico, igualando de esta forma un récord que poseía Pep Guardiola en solitario. ¿Lo superarán el miércoles ganándole en casa al Villarreal?