Tras lo ocurrido el pasado sábado, adidas ya puede colocar el logotipo que identificará al Real Madrid como el mejor equipo del mundo a lo largo del año 2015. Coge el testigo del Bayern de Múnich tras su victoria por 2-0 ante San Lorenzo de Almagro en la final del Mundial de Clubes. Los cuervos lo intentaron con poca fe y acabaron perdiendo un partido que hay que decir que no fue muy brillante.
Sergio Ramos volvió a ser decisivo
Los jugadores de ambos equipos se comieron al árbitro en más de una ocasión. Hubo faltas tontas, otras no tan tontas, y pocas jugadas de mérito para disfrutar del sábado noche. Cristiano Ronaldo estuvo bastante desaparecido y en general el Madrid no daba la sensación de ser capaz de crear mucho peligro. Parecía que el gol solo podía llegar en una jugada a balón parado.
Y así fue. Sergio Ramos, que también abrió la lata en el partido de semifinales ante el Cruz Azul mexicano, se elevó para conectar un gran remate de cabeza que sorprendió a Torrico, el meta de los argentinos. Con el 1-0 se llegó al descanso.
Tras la reanudación más de lo mismo. El Madrid intentó sentenciar lo antes posible pero estaba un tanto espeso. Los sudamericanos, por su parte, lo intentaban en jugadas aisladas que apenas llevaban peligro a la portería defendida por un Iker Casillas que ha cuajado un gran Mundial de Clubes.
Bale sentenció
El 2-0 definitivo fue obra de Gareth Bale. El galés puso el balón al fondo de las mallas con un disparo que no fue demasiado certero, pero que acabó dentro. Era lo que importaba, porque en unos minutos iban a levantar un título que significa mucho, aunque los europeos ya se sabe que le damos mucha más importancia a la Champions League.
Un Toyota Prius para Ramos
Sergio Ramos fue elegido mejor jugador del torneo y Cristiano Ronaldo recogió el Balón de Plata por ser el segundo mejor (no lo entendí mucho). El Balón de Bronce fue a parar a las manos del portero del Auckland City.