Mucho han cambiado las cosas en la Liga en apenas cuatro días. El domingo el Real Madrid seguía con 10 puntos de ventaja sobre el Barça por la mañana. Por la noche ya eran 8 por culpa de un gran gol de Santi Cazorla. Ayer, tras un partido bastante malo de los de José Mourinho, la distancia ya es de 6 puntos.
Los últimos partidos del Madrid están siendo bastante pésimos en cuanto a juego, tal vez por eso de que el cansancio acaba haciendo mella en algunos jugadores. Xabi Alonso es un claro ejemplo de ello.
El Villarreal salió al campo con muchas ganas pero con pocas ideas. Miguel Ángel Lotina motivó a los suyos y por lo menos logró armar una defensa más sólida de lo que viene siendo habitual. Cristiano Ronaldo y compañía no sabían qué hacer para inaugurar el marcador.
Fue en la segunda parte cuando llegó el 0-1, el que parecía que podía ser decisivo. Cristiano Ronaldo combinó con Mesut Özil a las mil maravillas y batió a Diego López tras regatearle. Corría el minuto 61 y nadie pensaba que los blancos iban a tener problemas en la última media hora.
Sin embargo, un lanzamiento de falta lo cambió todo tal y como sucedió el pasado domingo. Marcos Senna puso El Madrigal patas arriba tras batir a Iker Casillas con un buen lanzamiento de falta. No fue por la escuadra, pero llevaba una intención que pilló a contrapié al mejor portero de mundo, que por cierto pudo hacer mucho más.
También ayudó la actuación de Paradas Romero, un árbitro que debería estar pitando en categorías regionales. No creo que fuera a favor de uno o de otro (en la primera parte se tragó un claro penalti de Arbeloa a Nilmar), simplemente quiere ser el protagonista de todos los partidos y no sabe arbitrar. Alguien debería tomar cartas sobre el asunto.
Veremos cuál será ahora el discurso de Pep Guardiola. Creo que eso de que la Liga está imposible para ellos ya no se lo cree nadie. ¿Se hundirá el Madrid tras estos dos empates?