Steven Gerrard podría dejar de ser lo que en Inglaterra se conoce como one-club man (hombre de un solo club). El capitán del Liverpool está bastante mosqueado porque nadie se ha reunido con él para extender su contrato más allá del 30 de junio de 2015, que es cuando expira su compromiso con la entidad de Merseyside.
No quiere retirarse este verano y lo ha dejado claro en más de una ocasión. De hecho, ha decidido no morderse la lengua y adoptar una estrategia más agresiva cada vez que un periodista le pregunta por su futuro.
No me retiraré este verano. Jugaré más allá de esta temporada. Tendré que esperar para ver si lo puedo hacer en el Liverpool o en otro sitio.
Un final parecido al de Lampard
Está a punto de cumplir 700 partidos oficiales con la elástica del Liverpool, pero eso no quiere decir que no le pueda ser infiel. Si hay motivos para serlo, lo será. Si no le renuevan se buscará las castañas como en su día se las buscó Frank Lampard, que no era un one-club man en el Chelsea, pero casi.
En las gradas de Anfield hay división de opiniones sobre un jugador que debutó con el primer equipo en la temporada 1998-1999. Hay quienes piensan que ya le toca colgar las botas, pero otros consideran que es un jugador fundamental en el centro del campo por su capacidad de liderazgo.
¿Rumbo a…?
Lo que está claro es que no tendrá problemas para seguir jugando al máximo nivel. Recibirá ofertas de Inglaterra, pero también de otras ligas más exóticas, como por ejemplo la estadounidense o las de los Emiratos Árabes Unidos. Tendrá que valorar si prefiere competir con los mejores cobrando menos o jugar en una competición de menos nivel cobrando más.
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