Se acabó el reinado del Real Madrid. Ahora es el Liverpool quien manda en Europa. El año pasado ya acariciaron el título cayendo ante los blancos en la gran final, y esta vez han aprovechado su experiencia para doblegar a un Tottenham al que le faltaba precisamente eso.
La final disputada en el Wanda Metropolitano no será recordada como la mejor de la historia de la competición, pero lo que nos quedó muy claro es que el Liverpool es más equipo que nunca.
Un Liverpool inteligente
Los jugadores juegan a lo que quiere Klopp, un amante del fútbol de ataque que esta vez quiso que los suyos no se fueran arriba tan a lo loco, sobre todo después del equivocado penalti que señaló el colegiado a los 30 segundos de partido. Mo Salah no lo desaprovechó batiendo a un Hugo Lloris que no tuvo demasiada faena a lo largo de los 90 minutos, y cuando tuvo que emplearse a fondo lo hizo con acierto. Eso sí, no pudo hacer demasiado para detener el 0-2 con el que Divock Origi, el héroe de la eliminatoria ante el Barça, finiquitó la gran final.
¿Es Klopp el mejor entrenador del mundo?
Ahora el debate está servido. ¿Quién es el mejor entrenador del mundo? Si llega a ganar Mauricio Pochettino, dirían que es el argentino, pero ahora se habla mucho de Klopp, que por fin gana una gran final. Sin embargo, creo que no podemos dejar de lado a Pep Guardiola, que lleva dos temporadas siendo el rey de la Premier League. Y José Mourinho… En fin, creo que la mejor época del portugués ya pasó. Ya no se le considera un entrenador top y es por su culpa, ya que no acaba bien con muchos jugadores y eso le va a complicar su futuro. Un técnico debe ser un gran conocedor del mundo del fútbol, pero también un motivador que tenga a los jugadores de su lado, que es justo lo que Klopp hace a las mil maravillas.