Menuda noche se vivió en el Ciutat de València. El Levante fue capaz de tumbar al todopoderoso Barça en la jornada 37, algo que no había logrado ningún equipo en todas las anteriores. Los de Ernesto Valverde no pudieron lograr lo que nadie había hecho, acabar la temporada sin perder ni un solo partido.
La defensa, un coladero
El marcador final refleja la locura del choque: 5-4. Los ‘granota’ fueron muy efectivos de cara a puerta y aprovecharon el regalo que les hizo el técnico del Barça alineando a Yerry Mina y Thomas Vermaelen, si bien es cierto que el belga se retiró del campo por problemas físicos en la primera parte.
El Levante salió con mucho descaro, con los deberes hechos y aprovechando una inercia que le permite ser el equipo más en forma de LaLiga con el permiso del Español.
La estrella del partido fue Boateng, que hizo nada más y nada menos que tres goles, aunque también hay que alabar el partidazo del macedonio Bardhi, que en su primera temporada en España lleva 9 goles en 25 partidos. Solo tiene 22 años y estoy convencido de que este verano tendrá importantes ofertas para cambiar de aires.
Coutinho dio la cara, pero no fue suficiente
En un Barça sin Leo Messi, que se quedó en Barcelona por decisión técnica, el brasileño Coutinho tiró del carro e hizo tres goles que mantuvo con vida a los catalanes. Iban 5-1 por debajo en el marcador, pero resucitaron gracias al acierto de Coutinho y a un penalti a Sergi Busquets transformado por Luis Suárez. Sin embargo, no fueron capaces de empatar en los últimos 20 minutos y los jugadores del Levante celebraron la victoria como si hubieran ganado LaLiga.