El Leicester City tuvo muchísima suerte en el sorteo de la fase de grupos de la Champions League. Me atrevería a decir que su grupo es el más flojo de todos. Tanto ellos como el Oporto están obligados a meterse en los octavos de final, ya que el Brujas y el Copenhague son equipos con escaso potencial económico y con poca experiencia en la máxima competición continental. Una experiencia que, curiosamente, ni siquiera tiene el flamante campeón de la Premier League.
Un reto alcanzable
Los de Claudio Ranieri no han empezado la competición doméstica con buen pie. Cayeron en la primera jornada y empataron en la segunda, así que ahora mismo están lejos de esos puestos que ocuparon durante la pasada temporada para sorpresa de propios y extraños.
Es difícil que vuelvan a estar al mismo nivel que mostraron, pero no hay que olvidar que han mantenido el bloque. El único que ha hecho las maletas es N’Golo Kanté y se han reforzado para tener más fondo de armario. Teóricamente estamos ante un Leicester igual de bueno o mejor que el que nos maravilló meses atrás.
Los ‘Foxes’ debutarán a domicilio. Les espera el Brujas con ganas de dar la sorpresa. Su primer partido en el King Power Stadium será frente al Oporto, que evidentemente tratará de ir a por todas para meterse en octavos como primero de grupo. A los portugueses, que se clasificaron tras jugar la ronda previa ante la Roma, les ha tocado la lotería. Han evitado a rivales como el Barça, el Madrid, el Atlético, la Juventus o el Bayern de Múnich.