Ayer se hizo oficial la destitución de Claudio Ranieri como entrenador del Inter de Milán. La última derrota ante la Juventus por 2-0 ha agotado la paciencia de un Massimo Moratti que decidió apostar por él en septiembre, cuando el equipo empezó mal tanto en la Serie A como en la Champions League.
Las cosas no han cambiado mucho con el veterano técnico en el banquillo. En la Serie A siguen sin rumbo y en estos momentos están novenos a siete puntos de las plazas europeas. Jugar la Champions la temporada que viene es casi imposible y es por ello que van a empezar a trabajar con vistas al futuro.
Andrea Stramaccioni, técnico del Primavera (filial interista), se hará cargo del equipo hasta final de temporada. Su continuidad dependerá de los resultados que obtenga, pero creo que el próximo en sentarse en el banquillo ‘neroazzurro’ será André Villas-Boas.