Menudo golazo marcó anoche Eduardo Vargas para meter a Chile en la final de la Copa América. El delantero del Nápoles, que ya había marcado al filo del descanso para adelantar a los suyos, deshizo la igualada poco después del error de Gary Medel con un tremendo zapatazo que se coló muy cerca de la portería defendida por Pedro Gallese.
Recuperación y latigazo
Fue en una acción en la que Perú se había defendido bien. Trataron de sacar el balón apoyándose Paolo Guerrero, pero perdió el balón y eso propició la genialidad del ex del Valencia. Controló, avanzó con dos ligeros toques y ejecutó un disparo que sorprendió por su parábola y colocación.
Vargas ha admitido que este gol es fruto del trabajo. Estuvo practicando los disparos desde fuera del área y todos acababan en gol, así que eso le dio la confianza necesaria para jugársela desde donde nadie pensaba que iba a ver puerta.