Tahití, la isla más grande de la Polinesia Francesa, es un paraíso en el que puedes relajarte en cuestión de segundos. Allí no hay grandes clubes de fútbol, desde luego, pero estoy convencido de que más de uno haría las maletas para jugar un par o tres de temporadas por esos lares.
Si eres portero y estás buscando equipo, deberías interesarte por el puesto que puede quedar libre próximamente en el AS Tefana, una asociación deportiva de Tahití que compite todo lo bien que puede. Lo digo más que nada porque no deben estar muy satisfechos con su portero, que en estos momentos está dando la vuelta al mundo por el grave error que cometió en su último partido.
El despeje que acabó en autogol imposible
Mickael Roche, de 33 años, recibió el balón de un compañero que acababa de sacar de banda. Como no podía cogerlo con las manos, decidió preparar un despeje que a decir verdad no le salió nada bien. Lo más sorprendente de todo es que lo introdujo en su propia portería desde unos 15 metros y con muy poco ángulo.
Le dio una rosca que ni a los mejores delanteros les suele salir en dichas circunstancias. Marcó el gol ridículo de la temporada y se quedó hecho polvo. No era para menos.