Es evidente que algo está cambiando en el fútbol. Hace unos años se veían grandes goleadas y ahora es muy difícil que eso suceda. Cuando dos selecciones se enfrentaban y la diferencia técnica era muy grande, los resultados solían ser muy abultados a favor del equipo que era superior. Hoy en día siguen existiendo esas diferencias técnicas tremendas entre jugadores de combinados distintos. Sin embargo, no es tan fácil golear, y ni siquiera lo es ganar.
El último ejemplo lo pudimos ver en el España – Suiza que se disputó el pasado miércoles en el Mundial de Sudáfrica. La selección española, con jugadores técnicamente brillantes y que han demostrado ser los mejores de Europa tanto a nivel de clubes como de selecciones, fue incapaz de derrotar a una selección muy inferior, con pocos jugadores capaces de desbordar en ataque.
Pero hay más ejemplos, como la Champions League ganada por el Inter de Milán este año eliminando al FC Barcelona en un partido de vuelta en el que estuvieron atrincherados o la Eurocopa ganada por Grecia en el año 2004 haciendo nada y menos en ataque.
Cada vez hay más rigor táctico y cada vez es más fácil defender (o eso parece). Antes los equipos salían a lo loco aunque fueran muy inferiores, lo que hacía que los espacios se encontraran fácilmente, con la consiguiente ventaja para el equipo técnicamente superior. Los entrenadores saben preparar muy bien los partidos y eso se nota cada vez más. Tener un buen técnico es muy importante y con el paso de los años parece que lo es más.
¿Cómo se puede superar un muro defensivo como el que planteó Suiza ante España? Hay varias formas, aunque muchas veces ninguna resulta ser eficiente. Jugar contra un muro como el suizo te va desgastando psicológicamente porque ves que no te sale nada, que lo que en otros partidos haces a las mil maravillas no se vuelve a repetir. A mí se me ocurren varias alternativas:
1- Abrir el campo y jugar por bandas. Es una opción muy interesante, abriendo el campo obligas a que los laterales del otro equipo se abran, lo que hace que se cree un espacio entre el lateral y el central más cercano al balón. Es especialmente una buena solución cuando se tienen buenos centradores y buenos rematadores. Vicente del Bosque lo intentó dando entrada a Jesús Navas y Pedro Rodríguez. Ambos no son grandes centradores, son más bien jugadores que saben penetrar en el área por sorpresa y con velocidad. Además, por arriba los suizos eran superiores. No hubiera sido mala idea dar entrada a Fernando Llorente para cazar alguno de los centros. Si había algún partido para él en este Mundial, era sin duda éste.
2- Disparar desde fuera del área. Cuando un equipo está tan metido dentro de su área, lo mejor es probar fortuna con disparos desde lejos. Es la única forma de meterles miedo, de obligarles a que salgan un poco de la cueva. De esa forma se puede sorprender en alguna jugada metiendo algún balón interior. Es muy cómodo jugar contra un equipo que no dispara, que sólo quiere meterse hasta la cocina, lo cual a ciertos niveles (y si no eres Messi) es muy complicado.
3- Jugar con tres defensas e incorporar a un central al ataque. Es la que se suele hacer cuando quedan 5 minutos y se quiere marcar. El FC Barcelona la hace con Piqué cuando las cosas no le salen bien. Pudimos verlo ante el Inter de Milán en la Champions League y el central catalán pudo marcar un gran gol que a la postre no sirvió de nada. Es la opción más a la desesperada, la que te puede salir bien cuando ves que jugando por el suelo no vas a conseguir absolutamente nada.
En fin, en este Mundial de Sudáfrica estamos viendo a muchas selecciones jugando a la defensiva, a verlas venir. Los jugadores y los seleccionadores no son tontos, saben cuándo son superiores y cuándo son inferiores al rival. No hay nada mejor que saber adaptarse a ello, y eso también hay que reconocer que tiene su mérito. Al fin y al cabo lo más importante (que no lo único) es el resultado. ¿O no?