Roberto Martínez le ha abierto las puertas de su oficina a Gerard Deulofeu. Le ha recordado que en el banquillo del Sevilla hace mucho frío y hará todo lo posible para que sepa que su sitio está en el Everton, donde la temporada pasada llegó a deslumbrar cuando se hizo con la titularidad a base de goles y asistencias.
Unai Emery le ha relegado a la suplencia en las últimas semanas y podríamos decir que no está viviendo sus mejores momentos en el Sevilla. Su cesión termina el 30 de junio de 2015, fecha en la que deberá volver al Barça, donde Luis Enrique no le espera con los brazos abiertos. Fue él quien recomendó su salida al reconocer que no iba a tener muchos minutos.
Le echan de menos
Los aficionados tampoco le olvidan, sobre todo teniendo en cuenta que en estos momentos son undécimos y están lejos de los puestos que te dan derecho a jugar en Europa la temporada que viene. Quieren que vuelva a sacar su fusil en Goodison Park y que recorra la banda derecha del ataque con la misma soltura que hace poco más de medio año.
Que regrese a Liverpool no será nada fácil. El Barça es consciente de que su futuro es prometedor y no le dejarán marchar a un módico precio. Solo tiene 20 años y un margen de mejora enorme. Cualidades físicas y técnicas no le faltan, pero quienes le conocen bien saben que debe mejorar en el aspecto psicológico y en su capacidad de sacrificio para ayudar en defensa.
Veremos qué es lo que sucede con él en el mercado de invierno. Si el Barça acepta una oferta del Everton, tendrá que compensar económicamente al Sevilla por romper el acuerdo que alcanzaron a principios de temporada. Por eso, y porque en las oficinas del Camp Nou son reacios a su traspaso, lo más probable es que no se mueva.