Demasiado ha durado. Ronald Koeman no ha sido capaz de aprovechar los 107 millones de euros que invirtió el Everton durante el pasado verano para crear una plantilla competitiva. Los resultados no le han acompañado y el club ha tomado una decisión que estaba cantada, a pesar de que él se veía con fuerzas para dar un vuelco a la situación del equipo.
Escandalosa derrota ante el Arsenal
La gota que ha colmado el vaso fue la derrota de ayer ante el Arsenal. No fue una derrota cualquiera, ya que los ‘toffees’ cayeron por 2-5 en Goodison Park, lo que provocó las protestas de unos aficionados que ya están demasiado quemados.
Mal en la Premier y mal en la Europa League
La directiva, echando un vistazo a la clasificación del equipo en la Premier League, no ha tenido más remedio que cargarse al holandés. En estos momentos ocupan la antepenúltima posición con 8 puntos, por lo que están en zona de descenso. Nada que ver con el objetivo inicial, que se suponía que era el de merodear las cuatro primeras posiciones.
La mala situación en el campeonato doméstico no es lo único que preocupa. ya que en la Europa League son colsitas de su grupo tras haber sumado un punto de nueve posibles. Es el peor arranque de un equipo inglés en dicha competición y es muy poco probable que logren clasificarse. De hecho, ni ganando los tres partidos que faltan les salen los números.
La Premier se queda sin entrenadores holandeses
La destitución de Koeman se convierte en la tercera de un entrenador en lo que va de Premier. Antes fue el turno de Frank De Boer (Crystal Palace) y Craig Shakespeare (Leicester City).