José Mourinho tiene los días contados en el Manchester United. Se masca el enésimo fracaso de un entrenador que ha dejado de ser el mejor del mundo por culpa de su actitud. Se lleva mal con muchos jugadores y los resultados no le acompañan, así que su caché ha caído en picado y ya veremos cuál será su próxima aventura, pero es evidente que ningún grande de Europa se partirá la cara por ficharlo pagándole una millonada.
Anoche fueron eliminados de la Carabao Cup, la Copa de la Liga de Inglaterra de toda la vida. El modesto Derby County que entrena Frank Lampard, un equipo que marcha sexto en la Championship, les eliminó contra todo pronóstico en la tanda de penaltis.
Llantos y risas en el Teatro de los Sueños
Fue una noche para olvidar en Old Trafford, aunque algunos la recordarán como una noche divertida. Lo digo más que nada por Luke Shaw, Pereira y Paul Pogba, que subieron un stories a Instagram en el que se partían de risa. Eso, como es lógico, no ha gustado a los aficionados del United, y mucho menos a un Mourinho que antes de haberlo visto había decidido retirar el brazalete a Pogba, con el que es evidente que nunca ha congeniado.
¿Llegó la hora de Zidane?
El mal rollo que hay en el vestuario, los malos resultados y los comentarios del portugués sobre la política de fichajes que tan poco han gustado a los propietarios, hacen pensar que muy pronto Zinedine Zidane se convertirá en nuevo entrenador del Manchester United. A Mou se lo volverán a cargar como ya sucedió cuando entrenaba al Chelsea. Su prepotencia y su capacidad para criticar a los jugadores le han convertido en un hombre al que ya no se le admira, sino más bien todo lo contrario. Sobre todo porque muy cerca tiene a otros que sí saben hacer bien su trabajo, como es el caso de Pep Guardiola, Mauricio Pochettino o Jürgen Klopp.