Que el Arsenal sea líder de la Premier League tras ocho jornadas de campeonato no es casualidad. Lo es gracias a algunos nombres propios que están haciendo posible que los ‘gunners’ vuelvan a soñar con ganar el título liguero casi 20 años después del último que lograron, que llegó en la temporada 2003-2004.
Uno de los artífices es el brasileño Gabriel Martinelli, que llegó al club en 2019 y ha logrado consolidarse y ser de vital importancia para Mikel Arteta, que le ha dado la titularidad en todos los partidos y ha respondido de la mejor forma posible: marcando 3 goles y dando una asistencia de gol.
Le quedan dos años de contrato
Tan solo tiene 21 años y no es de extrañar que ya tenga pretendientes por todas partes. Uno de ellos está en la misma ciudad, ya que el Chelsea pretende pujar por el futbolista carioca más pronto que tarde. Su contrato termina el 30 de junio de 2024 y todavía no ha renovado, así que en el Emirates Stadium tendrán que darse mucha prisa para no perder a uno de los pilares básicos de un nuevo Arsenal que apunta a campeón.
El Chelsea puede pagar lo que haga falta
El Chelsea ya ha demostrado que no tiene problemas para gastar el dinero que haga falta. Invirtió una burrada en el fichaje de Marc Cucurella y no nos extrañaría que pudiera llegar una oferta de unos 100 millones de euros por Martinelli. Será entonces cuando los dirigentes del Arsenal tengan que tomar una importante decisión: rechazarla y renovarle para volver a ser un club ganador, o aceptar y seguir fuera de la Champions League, una competición que no huelen desde 2016.
Por si acaso, Arteta ya ha pensado en su sustituto
Por si el internacional brasileño se les escapa, Arteta ya ha pensado en su recambio. Sería otro brasileño, en este caso Pepe. Juega en el Oporto y tiene 25 años. Ha brillado en su primera temporada en Portugal y ha empezado con buen pie la segunda, así que es un futbolista a tener muy en cuenta. Sea como sea, la prioridad es renovar a un Martinelli que tendrá que creer en el proyecto del Arsenal para quedarse, ya que probablemente no será la mejor oferta económica que tendrá sobre la mesa en los próximos meses.