El Chelsea demostró ser un equipo con pocas ideas en ataque en el partido de ida de los octavos de final de la Champions League. El PSG fue muy superior, pero el resultado final les invita a creer en la clasificación, ya que un simple gol en Stamford Bridge les serviría para pasar si son capaces de mantener la portería a cero.
El PSG puso el fútbol y casi todas las ocasiones
Los franceses salieron a por todas desde el primer minuto. Marquinhos ocupó el puesto de lateral derecho en detrimento de Serge Aurier, que tras la famosa rajada de Laurent Blanc lo tiene difícil para volver a jugar con la camiseta del conjunto parisino.
Como era de esperar, Lucas Moura sentó una vez más a Edinson Cavani, que a la postre acabó siendo decisivo. El brasileño se mostró muy activo durante el primer tiempo, probándolo desde fuera del área y ofreciéndose siempre que los suyos tenían el balón.
Diego Costa pudo abrir el marcador
La ocasión más clara del primer tiempo fue para los visitantes. Baba Rahman la puso con mucha calidad en el corazón del área desde la banda izquierda y encontró la cabeza de Diego Costa, pero Kevin Trapp demostró que de reflejos anda sobrado y despejó el remate de cabeza del hispano-brasileño. El balón golpeó en el larguero y se marchó a córner.
Zlatan golpeó primero
Tras el susto, el PSG siguió a lo suyo y encontró el premio en una falta innecesaria de Obi Mikel al borde del área. Zlatan Ibrahimovic, que ya había avisado a balón parado minutos antes, asumió la responsabilidad y le pegó con el empeine sin levantarla demasiado. El balón tocó en Obi Mikel y eso despistó a Thibaut Courtois, que no pudo hacer nada para evitar el 1-0.
Obi Mikel se encontró con el 1-1
Parecía que los locales se iban a ir al vestuario con ventaja, pero un córner al filo del descanso lo cambió todo. Diego Costa lo peinó en el primer palo como pudo y el esférico fue a parar a Obi Mikel, que controló como pudo con el muslo y fusiló a Trapp a placer.
Cavani se reivindicó
La segunda parte fue un monólogo del PSG. El Chelsea se limitó a esperar atrás con más motivos que al principio por el gol cosechado, y eso al final se suele pagar caro. Courtois mantuvo su portería a cero con mucho acierto, hasta que Cavani entró al terreno de juego por Lucas Moura para demostrar que es un delantero centro de primer nivel.
En el minuto 78, el uruguayo tiró un desmarque de libro y Ángel Di María se la puso con música. No remató de primeras y eso le hizo perder ángulo, pero no fue un problema a la hora de batir a un Courtois que olvidó cerrar las piernas. El disparo del charrúa llevó la alegría al Parque de los Príncipes y cuestionó su suplencia. El fichaje más caro de la historia del fútbol francés tiene la capacidad de decidir partidos de alto voltaje.