Didier Drogba se portó bien en su retorno a Stamford Bridge. El público coreó su nombre, José Mourinho le dio un beso y así empezó un partido que no tuvo demasiada historia. Tras el 1-1 de la ida, el Chelsea acabó con el Galatasaray tirando de calidad y experiencia. Dos goles fueron suficientes para acabar con las esperanzas del equipo de Roberto Mancini, que venía de cargarse a la Juventus en el último partido de la fase de grupos.
Goles de Eto’o y Cahill
Lejos del infierno turco se vinieron abajo, y más cuando Samuel Eto’o abrió el marcador a los cuatro minutos. Antes del descanso fue Gary Cahill, que completó un partidazo, el encargado de dar una alegría a los aficionados londinenses.
El Galatasaray solo disparó una vez a puerta. Un bagaje demasiado pobre para sorprender al líder de la Premier League. Eden Hazard, Oscar y Willian hicieron de las suyas y los más veteranos del lugar (me refiero a Lampard y Terry) se encargaron de que todo estuviera en orden sobre el césped.
El Chelsea será uno de los cocos del sorteo de cuartos de final de la Champions League. Todos los equipos que se han clasificado son muy grandes, pero eso no significa que toparse contra el equipo de Mourinho sea un plato de mal gusto. Tienen calidad y muchos tiros pegados en una competición que ganaron hace dos temporadas.
