Como siempre digo, y como dice mucha gente, la memoria en el fútbol es efímera. Hoy puedes ser el mejor jugador del mundo, el más querido, y mañana puedes ser un villano al que nadie quiere hacer hueco en su plantilla.
Algo así está viviendo el uruguayo Luis Suárez, que anoche se llevó los pitos del Camp Nou y empieza a tener la sensación de que los años pasan y el público no perdona.
Suárez baja, Ansu Fati sube
Con Ansu Fati lanzado y con ganas de comerse el mundo, el problema del charrúa se multiplica. Es de los que le ponen ganas y viven los partidos con mucha intensidad, pero parece fuera de forma y encima no está del todo acertado de cara a puerta. Así las cosas, no es de extrañar que Ernesto Valverde se atreviera a sustituirle ante el Villarreal a un cuarto de hora para el final.
Lo peor no fue la sustitución en sí, que seguro que también le dolió. Lo peor fue que el Camp Nou le silbó y después ovacionó a Ansu Fati. A su edad puede que eso no le afecte demasiado, pero está acostumbrado a escuchar aplausos y halagos. Por eso le va a costar digerir la bronca de los aficionados del Barça.
¿Seguiría Messi sin su amigo Suárez?
Si a Suárez le va mal esta temporada y decide salir, mucho cuidado con lo que pueda pasar con Leo Messi, que ya sabemos que tiene un contrato que pende de un hilo y podría hacer las maletas para terminar su carrera deportiva lejos de su casa. De momento ha dicho que quiere un proyecto ganador para continuar, y ese proyecto tiene que ser una máquina de ganar títulos. Si no es así, no hay que descartar que el mejor futbolista de la historia deje de vestir de azulgrana. Eso sí, lo cómoda que está su familia y lo querido que es hacen que cambiar de aires no sea la mejor de las opciones por mucho dinero que le ofrezcan (¿para qué querría más dinero?).