El Bayern de Múnich se iba a comer al Manchester United. Venía de ganar la Bundesliga y estaba jugando al fútbol como los ángeles, pero eso, como sabrás, no es garantía de victoria.
Pep Guardiola fue tan prudente como siempre. Delante estaba uno de los mejores clubes del continente, aunque ahora mismo no atraviese su mejor momento. Además, el escenario tampoco era un escenario cualquiera. En Old Trafford puedes tener sueños, pero también pesadillas. Y el Bayern estuvo a punto de tener una.
Especulación hasta el gol de Vidic
La primera media hora transcurrió sin ocasiones claras. Los porteros eran espectadores y la especulación se adueñaba del resto de futbolistas. En los primeros minutos de unos cuartos de final de la Champions League nadie quiere cometer errores, y menos cuando tienes a grandes jugadores delante.
Por eso no se vio mucho fútbol y tuvimos que esperar hasta la segunda parte para ver los dos únicos tantos del partido. Nemanja Vidic adelantó a los suyos con un espléndido remate de cabeza con el que superó a Manuel Neuer. David Moyes lo celebraba por todo lo alto porque no se lo esperaba, mientras que Guardiola pensaba en lo que sus chicos estaban haciendo mal.
Schweinsteiger marcó un gol importantísimo
Pasaron los minutos y la reacción de los bávaros no se hizo esperar demasiado. Bastian Schweinsteiger, que después sería expulsado en el minuto 90 por ver la segunda tarjeta amarilla, aprovechó una gran dejada de Mario Mandzukic para fusilar a David de Gea, que como casi siempre completó un gran partido bajo palos.
El 1-1 lo deja todo abierto para el partido de vuelta, tal y como sucede en la eliminatoria que están disputando el Barça y el Atlético de Madrid. El Bayern es favorito porque le vale el 0-0 y porque tiene mejor plantilla, pero en el Allianz Arena puede pasar cualquier cosa. Al United no le queda otra que salir a por todas para salvar una temporada que se está haciendo muy cuesta arriba sin el gran Alex Ferguson.
