Pep Guardiola, al igual que José Mourinho en el Real Madrid, ha alcanzado su tercera semifinal de Champions con el Bayern de Múnich en su tercera temporada. Eso sí, espera llegar a una final, algo que el portugués no logró en la capital de España.
Anoche se llevaron un susto en Lisboa porque el Benfica estaba dispuesto a dar la sorpresa. Empezaron perdiendo y la eliminatoria volvió a empezar, pero al final los bávaros tiraron de veteranía y calidad para obtener un resultado que les permite estar en el penúltimo peldaño de la escalera que te lleva a la gloria.
Del susto al control en poco más de 10 minutos
Contra todo pronóstico, Raúl Jiménez adelantó a los locales con un gran remate de cabeza a centro de Eliseu. Manuel Neuer salió a por él pensando que el mexicano no llegaría y fue el principal culpable de que Da Luz soñara con la remontada.
El gol llegó en el minuto 27 y el Bayern puso las cosas en su sitio en el minuto 38. Fue gracias al goleador del partido de ida, el chileno Arturo Vidal. El ex de la Juventus se adueñó de un rechace y colocó el balón dentro de la portería con un disparo potente que parece más sencillo de lo que en realidad es.
Con el 1-1, y con la sensación de que los portugueses necesitaban un milagro para seguir vivos en esta Champions, se llegó al descanso. Tras la reanudación el Bayern buscó la sentencia y la encontró por mediación de Thomas Müller, que como suele ser habitual cazó un balón que tocó un compañero para batir a Ederson Moraes.
El Benfica no se rindió y lo intentó hasta el final. De hecho, estableció el 2-2 definitivo a falta de un cuarto de hora para el final, cuando el brasileño Talisca se inventó un sensacional lanzamiento de falta con el que superó la barrera con mucha potencia.