El FC Barcelona demostró esta noche que es un equipo que está por encima de las individualidades. Pese a que Messi e Ibrahimovic no pudieron participar por estar lesionados, se impusieron a un flojo Inter de Milán por 2-0. El campeón de la liga italiana demostró que el fútbol allí se encuentra en un momento muy delicado.
Pronto se vieron las intenciones de uno y otro equipo. El Barça tocaba, se gustaba y volvía a recordar al de las mejores noches. Julio César estubo magnífico y evitó una goleada que fue realmente merecida por los locales. En la primera parte, el marcador ya se colocó en el 2-0 definitivo. Gerard Piqué hizo el 1-0 en el minuto 10 tras un saque de esquina que tocó Henry (no con la mano) para que el catalán rematara a placer.
Tan sólo un cuarto de hora después llegó el segundo. Pedro supo esperar paciente un gran centro de Dani Alves desde la banda derecha. El canterano remató picado y Julio César apunto estuvo de parar su disparo. Era el segundo con el que se llegaría al descanso.
La segunda mitad fue otro monólogo del Barça, aunque esta vez los goles no llegaron. El equipo de José Mourinho dio una imagen muy pobre y se la tendrá que jugar ante el Rubin Kazan en la última jornada. Además, el Barça todavía no está matemáticamente clasificado, aunque hasta una derrota por la mínima en Kiev le mete de lleno en los octavos de final.
Por otra parte, Rubin Kazan y Dinamo de Kiev se repartieron los puntos en el otro partido del Grupo F. Los rusos fueron incapaces de derrotar a un rival que no arriesgó demasiado pese a la necesidad de sumar los 3 puntos. Ahora los tártaros tendrán que hacer la machada en el Giuseppe Meazza.
